miércoles, 3 de agosto de 2011

El Talón de Aquiles

Margarita Alarcón Perea

Las mareas están cambiando en Cuba y esto se convierte en motivo de noticias por todas partes. Durante las palabras de clausura de la reciente sesión plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular el presidente Raúl Castro habló de muchos temas e hizo referencia a otros que serán muy bien recibidos en el seno de la población nacional. Uno de estos, al que suelo calificar como el Talón de Aquiles de la Revolución cubana, es el controvertido “permiso de salida”.

Durante la mayor parte de los últimos 47 años para que un cubano residente en la isla pudiera viajar fuera del país, se le requería obtener lo que en Cuba se conoce como “la tarjeta blanca” o permiso de salida. Dicho documento ni es una tarjeta ni es blanca, es un cuño que emiten los oficiales de inmigración que, esencialmente, le permite al individuo salir del país y permanecer fuera de este por determinados períodos de tiempo que nunca debe exceder los 11 meses. Ayer durante una parte de su intervención final ante el cuerpo nacional de legisladores, Raúl Castro dejó entender que esto iba a ser un tema del pasado.

Ahora la bola está en el otro lado de la cancha. Mientras ocurre esto, cubanos americanos y estadounidenses dentro del Congreso de los Estados Unidos continúan insistiendo en restringir los viajes hacia la isla a los ciudadanos de ese país, y a aquellos que tengan familia y lazos con la Isla.

Las restricciones de viajes en Cuba se implementaron a principios del triunfo revolucionario para evitar que criminales de la dictadura de Batista escaparan del país, para evadir el juicio legal por sus crimines de lesa humanidad. Lamentablemente, nadie se acordó de eliminar esta restricción y con el paso de tiempo se convirtió en el estatus quo. Como dijera Raúl la otra noche, “la inmigración cubana ya no es política, es económica”, no hay motivos para prohibir la salida de aquellos que así lo deseen, tampoco para impedir el regreso a los que prefieran volver.

La pregunta ahora es: ¿Cuántos países le van a abrir las puertas a los emigrantes cubanos? Me atrevo a asegurar que muchos. Precisamente por el hecho de que, a pesar de ese Talón de Aquiles, la Revolución cubana ha formado, durante todos estos años, una población con un alto nivel de escolaridad y formación integral general, lo cual se evidencia, entre otros logros, por obtener y mantener un índice de alfabetización del 98,7% y uno de los sistemas de salud pública más completos de la región. La isla cuenta con una comunidad científica e intelectual comparable a la de los países más desarrollados del hemisferio occidental. Cuba no exporta revoluciones, exporta solidaridad y valores revolucionarios. De hecho muchos se van a ir, pero a pesar de los pesares, muchos más van a volver a la casa donde saben que deben estar.

4 comentarios:

  1. Vicente: me gusta tu última frase, que coincide con una canción de Tony Avila que compartimos hace un tiempo:

    Es tan antiguo aquello de emigrar
    El hombre siempre alguna vez partió
    Amén de su gobierno y de su status-quo
    ¿Cómo le pongo al gato el cascabel
    Yo que me quedo en este litoral?
    No es mi enemigo todo el que se fue
    A su bolsillo, a su escalera y a su nivel.


    Son tantas las maneras de emigrar
    Y ya lo dijo Frank alguna vez
    A cuenta y riesgo yo me quedaré
    Con mi bolsillo, con mi escalera y a mi nivel.

    Que se vaya el que se vaya
    Que se quede el que se quede
    Lo malo son los extremos
    Aunque la nave no llegue.

    Me gusta que des tu opinión desde adentro: "talón de Aquiles" no es poca cosa...pero como el ir y venir por este mundo tiene que ver con tantas cosas, como dijiste y dice Tony, que se vaya el que se vaya , que se quede el que se quede...

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  2. Excelente nota Vicente!!!!La copio en mi fb...
    abrazos!!!

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  3. Por que sigues sin poder hacer comentarios???? que pena...
    bueno, un beso!!!

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